Personalmente se me hace muy molesto cuando en algunos medios, de forma irresponsable hacen la analogía entre los malos manejos de algunas entidades del gobierno con el manejo de una tienda de barrio.
Hacer eso es una ofensa para los micro empresarios ya que con semejantes comparaciones se les estaría catalogando como ignorantes, corruptos, negligentes, cualquier calificativo que denote malas intenciones, incluso antisociales.
De no ser por el trabajo que realizan de manera constante y sobre todo con mucha disciplina hace mucho tiempo que se habrían extinto; pero lejos de esto las tiendas han demostrado ser un negocio rentable y estable que no esta precisamente al borde de la extinción, muy a pesar de la presencia cada vez mas grande de supermercados y todas las adversidades a las que se tienen que enfrentar cualquier negocio pequeño o familiar en Colombia (algunas de ellas gracias a personajes del gobierno).
No me imagino el destino que tendrían las tiendas de barrio si algún día decidieran funcionar de la misma forma que lo hacen algunas de estas entidades, es mas ni siquiera soy capaz de imaginarme siquiera una sola tienda operando de la misma manera, con la misma disposición, diligencia, flexibilidad, competencia y sobre todo con la misma amabilidad que caracteriza a muchos funcionarios.